Recuerdos de un viejo porteño, que quiere compartir esos momentos,felices ó tristes, que marcaron a fuego de por vida su existencia boemia allá por los años 40 - - - - Cuan raudos pasan en ligera huida - Los tiernos años de la edad primera - llevando en pos de su veloz carrera - Trozos del alma sentimiento y vida - ---José Betinoti---
sábado, 5 de febrero de 2011
Un alegre paseo que terminó en tristeza
Ya que estoy narrando anécdotas de 1940, viene a mi memoria que en ese año mi papá compró un coche. y lo que ocurrió después.
La cosa fue así, mi tío, Marciano ,( ya hablé antes de el), le insistió a mi padre para que comprara un auto, ya que íbamos siempre de picnic en el carro de mi abuelo, como tenía bastante conocimiento de mecánica, el mismo se encargó de la compra, y se apareció con un Nash 1934 del que aún a pesar de los años transcurridos recuerdo el Nº de patente 239-909.
El caso es que papá nunca manejó el coche, ni siquiera intentó hacerlo, por un tiempo mi tío hizo las veces de chofer, pero no podía ser siempre así , por lo que que se decidió que la que aprendería a manejar sería mi mamá, Y aquí viene la anécdota que quedó grabada en mi memoria .
La avenida General Paz estaba recién inaugurada, y circulaban muy pocos vehículos, un lugar perfecto para el aprendizaje un domingo por la tarde, sentados atrás mi papá, mi hermano y yo, adelante mi tío y al volante mi mamá.
Lo siguiente que recuerdo es que íbamos por la avenida, que mi tío le hacia indicaciones a mamá, "pará en la orilla, arrancá despacio, acelerá ahora", todas esas cosas, y que después de un rato, ya recorríamos a bastante velocidad , desde el puente de Liniers al parque Saavedra y volvíamos.
Justamente pasando frente a la rampa de bajada que daba a la calle Gaceta de Buenos Aires (la que llevaba a casa) ¡Un perro! si un perro comienza a chumbar y correr delante del coche, mamá se desespera y en lugar tocarle bocina ó detenerse, porque tenía miedo atropellarlo, solo atina a gritar una y otra vez _"Fuera Perro_Fuera Perro" dentro del auto todos empezamos a reír , el perro se fue, "Mirá te oyó jajaja"
Bajamos de la avenida y estacionamos frente a casa, mamá estaba rara, lo miró a mi tío y a papá y dijo:
"Llevense el auto, no manejo nunca más" Y así fue.
No sé si la culpa la tuvo el miedo a atropellar al perro o que nos reímos del susto que ella tenía
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ajajajaja pobre la mama la traumaron, o habrá sido el perro!?
ResponderEliminarche suerte que no le gritaron ¡Andá a lavar los platos!!!
ResponderEliminarTa bien lo que hizo, mirá que reirse de ella. por que no manejaban ustedes???? ja ja, muy bueno lo que contás siempre!!
Pobre abuelaaaa, era una piba, cuanta maldad! Perro gilum también, mirá si se te cruza ahora en la Gral Paz, no cuenta el cuento el canino.
ResponderEliminarTuvo, pá, no tubo. :P
beso