Hoy amaneció Mar del Plata con un calor sofocante, no puedo ir a la playa, así que acá estoy, como si me estuvieran asando a la parrilla.
Y añorando el agua vienen a mi memoria el recuerdo de un río (sería quizás un arroyo) al que algunos domingos de verano íbamos a bañarnos, partíamos de casa en el viejo Nash todos los que pudiéramos entrar casi siempre todos varones, papá, mi hermano, mis primos más allegados mi tío Jose y manejando como siempre mi tío Marciano ( ¿lo recuerdan? ya les conté sobre él)
Creo que el lugar era un afluente de río Reconquista lo llamaban balneario Cascayares.
Siempre recordaré ese domingo en especial, el río estaba atravesado de orilla a orilla por una especie de dique,uno de sus lados era profundo, del otro el agua caía en cascada (de ahí el nombre) por varios peldaños de cemento, a un costado una compuerta que regulaba el flujo del agua.
Logicamente los pibes nos bañábamos del lado de la cascada, era más divertido y por ser poco profundo menos peligroso.
Los grandes nadaban del otro lado, ese día varios bañistas hacían demostraciones arrojándose desde arriba del dique dando volteretas en el aire,
En eso oímos la voz de Marciano que desde arriba del dique gritaba-- vengan todos: vean el gran salto.....¿Mi tío saltando?... corrimos a mirar... allí estaba.... allá arriba....no lo podíamos creer,...
tomó impulso y al grito de ESTILO TRASTE se tiró de culo al agua........
Ese balneario aun existe ,saludos
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