Estoy solo en casa, mi nieto y mi hija se fueron de vacaciones, y me pongo a recordar mis vacaciones de pibe, Siempre conté anécdotas de la familia de mi madre, pero las vacaciones que más recuerdo están relacionadas con mi tío Alejandro, quizá nunca se los nombré, era el hermano menor de mi padre, y cuando yo tenía 10 años, junto a su mujer (Rosa) y 3 hijos mas chicos que yo, vivian en una granja en Ituzaingó provincia de Buenos Aires, encargados de la cría de conejos Flandes gigante y gallinas Leghon
Todo esto viene a cuento, como fondo para que sepan donde se desarrollaban estas aventuras de mi infancia que voy a relatar.
Cuando terminaban las clases, solía ir a pasar una semana en la granja la llamabamos la Estancia del tio Alejandro (aunque no era de el, era propiedad de Jorge Kapelúz , dueño de la editorial del mismo nombre)
Serían unas 4 hectáreas de campo, en la primera estaba la casa y el criadero en las restantes árboles frutales, y pasto pasto y mas pasto y en esa pradera 5 caballos,
una potranca de carreras La Muñeca (tenía el mismo nombre que la yegua que mi abuelo usaba para repartir carbón leña y papas)
El Tobiano un enorme padrillo, que como indica su nombre era marron y blanco
El Chiche, que era un alazán tostado. El Overo ¡arisco como el solo! logicamente blanco con una gran mancha negra y dejo para el final El Zaino un malacara al que podíamos montar los pibes sin ningún riesgo, manso, pero no tanto, yo diría que mas bien era inteligente y se daba cuenta, si quien lo montaba sabía cabalgar o no
Bueno dejo el relato aquí ya describí el escenario. en mi proximo post, comienzan las aventuras, si es que desean que les siga contando
Meterle nomas Donaldo con las historias
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