Como dije en el post anterior el tío nos prometió dejarnos andar a caballo , y así fue almorzamos y nos recostamos por un rato en nuestros catres, la hora se nos pasó sin darnos cuenta
Al levantarnos junto al portón que quedaba a unos 15metros de la casa estaba el Zaino
Era para nosotros un imponente animal color rojiso con una mancha blanca en todo el frente de la cara
estaba ya ensillado y listo para montar, el tío cumplía su promesa,
En el primer pots de estas historias explique las características de este potro así que no volveré a repetirlas,
mi hermano fue el primero en subir, __Vamos Zaino dale una vuelta _- dijo el tío, y el caballo empezó a andar por la calle de tierra , antes de subirlo mi tío nos explicó que debíamos llevar las riendas juntas con una sola mano y con ellas guiar la cabeza del caballo hacia donde queramos que fuera,
Después de dar una vuelta a todo el perímetro del campo el Zaino regresó ( con mi hermano encima ) al punto de partida y se detuvo. mi hermano se bajó ayudado por mi tío, i dijo __No me gusta__ y se fué para la casa probablemente a leer historietas en el Tony ó el Pif Paf
¡¡Y llegó mi turno!! Me subieron y a cabalgar, el potro pegó la vuelta completa sin que yo hiciera nada, llegó al portón y se detuvo, ¿eso era todo? a ..no .. yo me sentía como el llanero solitario eso no podía ser todo-empujé con las riendas la cabeza del Zaino hacia el otro lado y lo golpie con los talones...el potro giró
su cabeza relinchó y empezó a andar en sentido contrario a la vuelta anterior, a mitad de camino lo hice volver
Ya era mío a partir de ese día era MI Caballo
En los días que siguieron todas las tardes salía a cabalgar, el zaino ya me permitía trotar y confiaba en mi, y fue entonces cuando empece a pasear por las calles aledañas a la estancia, y haciéndome el Gene Autri un "comboy· que en el cine cantaba mientras cabalgaba, yo hacia lo mismo, y cantaba a viva voz, canciones que en la radio entonaba un grupo de niños mexicanos: Malagueña Salerosa...Soy Soldado de levita La hija de Don Juan Alba ...todavía las recuerdo si y recuerdo la vez que una pareja de ancianos, al pasar frente al portón de una casa me salieron al cruce deteniendo mi caminata-- Oye niño ¿donde aprendiste a cantar así? detente y cantanos La Malagueña, tenemos unas monedas para tí ,
Yo cantaba para mi, nunca imaginé que detras de esos cercos los vecinos del lugar esperaban mi paso para oírme cantar...La verdad me moría de vergüenza, pero...dijeron monedas? tragué saliva y cante no una si no dos canciones agarré las moneditas y salí al galope en dirección a la estancia.
En la otra les cuento mas
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