miércoles, 28 de septiembre de 2016

Una más de bichos

 Ya conté cosas con ranas , con peces y ahora va una con gusanos.
 Si Gusanos pero no de cualquier clase, gusanos de seda . Quizá recuerden que en algún post anterior, conté que sobre una de las veredas del potrerito había dos árboles de moras rojas.
 Estos pertecían a la casa de doña Ema, una señora que se dedicaba a la cría de gusanos de seda y al hilado de la misma una vez producida.
 Muchas veces entramos a su casa y nos mostró como se hacía para criarlos, y como después obtenía ese finísimo hilo de los capullos que habían hecho los gusanos.
 Un día nos regaló a mi hermano y a mi unos 15 gusanitos sobre varias hojas de morera, para que los criáramos nosotros, en base  a lo que ella nos había enseñado.
 Eran muy chiquitos recién salido de sus huevos no llegarían a medir ni medio centímetro y todavía eran color gris.
 Cuando papa los vio dijo Podríamos armar una vidriera para que los clientes los vean
 Y así lo hicimos, en medio de la vidriera pusimos una rama seca, para que cuando los gusanos hicieran sus capullos los colgaran de la misma.
 Y todos los días les cambiábamos las hojas de morera. Cada tanto se quedaban quietos sin comer y cambiaban la piel. y crecían y crecían

 Hasta que llegaron a medir como 8 cm, y empezaron a trepar a la rama y envolverse así mismos con seda formando capullo.
 Uno, dos, tres hasta 5 algunos amarillos y otros blancos.
 Pero....una mañana nos dimos cuenta que ya no habían gusanos sobre las hojas y que en la rama sólo teníamos 5 o 6 capullos ....y el resto??
 El resto se había salido de la vidriera y encontrábamos capullos en cualquier rincón de la farmacia.  Teníamos que revisar todo y recolectarlos para llevárselos a doña Ema antes que salgan las mariposas, porque los capullos perforados no  sirven para hacer el hilado
 Ella nos había explicado que solo dejaba salir algunas para reproducción y el resto de los capullos los sumergía en agua caliente y con un pequeño cepillito hacía que se adhiriera la hebra de seda y comenzaba el hilado
 Tardamos como tres días en encontrar donde estaban todos los capullos revisando cada rincón de la farmacia
  Por fin, se los llevamos, pero unos días después apareció una mariposa blanca revoloteando por todo el laboratorio de la farmacia.



 Señal que se nos había escapado algún capullo y vaya uno saber en que
 rincón estaría colgado ahora si vacío y con un agugerito arriba
No recuerdo si lo encontramos alguna vez   


3 comentarios:

  1. Don Aldo, he tenido el placer de conocer a su hermana (Mirta?) Sólo por un ratito en la veterinaria de Luna. Me contó sobre sus vivencias y creo que después de haber leído una de sus historias, tendrá una fiel leyente de ese tiempo dorado, que aunque no lo he vivido, añoro por como éramos como sociedad. (Nací en el 62) Gracias por algo tan bello como describir la infancia!! Abrazos de otra porteña. ��

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  2. Don Aldo, he tenido el placer de conocer a su hermana (Mirta?) Sólo por un ratito en la veterinaria de Luna. Me contó sobre sus vivencias y creo que después de haber leído una de sus historias, tendrá una fiel leyente de ese tiempo dorado, que aunque no lo he vivido, añoro por como éramos como sociedad. (Nací en el 62) Gracias por algo tan bello como describir la infancia!! Abrazos de otra porteña. ��

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  3. Gracias por dignarte a leer los recuerdos de este viejo
    A la izquierda del blog podes encontrar las entradas que hice desde noviembre del 2010
    Las más viejas describen como éramos los pibes de entonces y a lo mejor te sirven para pocesionarte en una época que no conociste

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